¿Cómo y dónde hacer la cerveza?

Aquí creo que es donde muchos de vosotros os vais a quedar totalmente sorprendidos. No tengo ni idea de hacer la cerveza. ¿Entonces cómo voy a hacer la cerveza? Como os dije en el primer artículo del blog, hice un curso de un día en mi pueblo y cuando vi lo serio que es esto de hacer una cerveza, tomé una decisión que yo creo que es acertada.

Pues quería dedicar este artículo a explicaros mis venturas y desventuras hasta llegar con la solución. Como ya habréis podido saber si habéis leído algún artículo anterior, soy un yonki de Google. ¿Qué puede hacer una persona que busca todo en Google para hacer la cerveza? Pues buscarlo en Google. Tecleando «elaborar mi propia cerveza» estuve indagando los resultados.

La mayoría de ellos eran kit para elaborar cerveza artesanal en tu propia casa. Algo que no llenaba mis inquietudes. Recordad que ya tenía 1.600 chapas personalizadas con la marca Cervezoya debajo de mi mesa de trabajo en casa. Pero al final de la primera página encontré justo lo que buscaba.

Con el reclamo «Click&Brew – Fábrica colaborativa de cervezas y otras bebidas» sabía que algo interesante me depararía esta web. Y se hizo realidad. Un ingenioso proyecto donde fabrican la cerveza que te dé la gana. Con tu receta o con algún estándar de mercado. Nunca hubiera imaginado que iba a ser tan fácil. Pero realmente de fácil no tuvo nada.

Lo primero fue enviar un correo. Del cual no recibí respuesta. Lo segundo fue enviar un whatsapp a los dos números móviles que aparecía por allí. Tampoco tuve respuesta. Y la tercera fue llamar. No me cogieron en los dos intentos que hice. El primer pensamiento que me vino a la cabeza es que el negocio era genial en mi cabeza pero que no había funcionado y se habían ido al garete.

Después de llamar en dos ocasiones y no tener respuesta, tenía que buscar otra alternativa. Como un amante despechado en el momento que colgué de la segunda intentona, busqué fábricas de cerveza en la sierra de Madrid. En ese momento me acordé que había visto en el programa ruta 179 de Telemadrid una fábrica de cerveza en Miraflores. La encontré. Era La Pedriza.

Llamé al teléfono que aparecía en Google, parecía de una tienda. Me atendió, a punto de colgar, un hombre muy amable. Le hice la pregunta si haría una cerveza para mi y me dijo que encantado. Pero entendió mal. A la segunda entendió bien y me dijo que solo personalizaba su cerveza para algún evento o local específico en tiradas cortas. Pero de su propia cerveza con la etiqueta personalizada.

Entonces pensé en La Sagra, cervecera toledana que está cerca de ser la cerveza más vendida en su provincia. Un amigo mío me había dicho que creía que lo hacía allí con sus recetas. Pero en vez de llamar, preferí decirle a mi amigo si organizaba una reunión para conocernos. Y esa reunión tuvo lugar en un par de semanas.

Como no podía ser de otra forma, quedamos en una cervecería del centro de Madrid. Resulta que el amigo de mi amigo controlaba un montón de cerveza, hacía sus propias recetas. Un auténtico friki. El mismo hace sus propias cervezas bajo la denominación de Guaja. Sin entrar en más detalles, llegamos al acuerdo de que me hace una receta y que habla con La Sagra para ver cuando tienen un hueco para hacer 500 litros.

Después de mes y medio de ese encuentro. Le pregunté si había podido hablar con la fábrica. Me dijo que estaba en ello y que ya tenía en mente la receta. Un mes más tarde no había nada concreto. Esto es normal. La gente tiene sus cosas y lo mío no era prioritario para él.

En medio vi que Click&Brew tenía movimiento en Instagram. Les escribí por ese medio aprovechando que lo usaban. Y tampoco obtuve respuesta. Pero entre unas cosas y otras, decidí tomar una decisión arriesgada después de no tener respuesta alguna con esta gente. Hice el pedido.

Con el pedido te piden una reserva de 200 € que aboné con Pay Pal por si las moscas. En todo esto veía en Instagram que tenían mucha actividad y estaban ampliando fábrica. Pero después de hacer el pedido pasó unos días y no recibí no confirmación. Aquí el error fue mío porque cayeron en mi bandeja de correo no deseado. Me di cuenta porque les llamé. El primer teléfono no lo cogió, pero el segundo si que contestó.

Le conté el caso y me dijo que él no llevaba el tema de los pedidos por internet pero que le pasaba el recado a su socio para que me llamara. Al final, ¡por fin!, consigo hablar con él, Me comenta que si habían enviado confirmación (ahí me di cuenta que estaba en spam) y que me llamaría la persona que llevaba las recetas para ver lo que quería. También me hicieron un presupuesto que tenía que pagar por adelantado para cerrar una fecha de producción.

El presupuesto, poniendo yo las chapas y las etiquetas, fue el siguiente:

Elaboración 500 litros Bohemian Pilsner 4,8 grados	1.500,00 €
Envases botella 33 cl.	280,00 €
Cajas Craft Beer Inside para 24 u	37,50 €
Envío por pale a Madrid	67,00 €
IVA	397,43 €
TOTAL	2.289,93 €

Procedí al pago y resolví el principal problema que tenía para hacer la cerveza. Al final, los grandes empresarios se rodean de personas que saben más que ellos. Yo solamente quiero probar el concepto con un producto mínimo viable para ver si tiene sentido. Y para eso sería una locura convertirme en maestro cervecero – por lo menos un año de formación – para hacer mi propia receta. Será mucho más interesante que alguien que sepa haga la receta y te acompañe en este proceso.

Para acabar, puede haber la tentación de querer montar tu propia fábrica. Según el amigo de mi amigo, esto podía suponer alrededor de 240.000 €. Yo invirtiendo el 1,25% de esta cantidad, voy a poder testar en el mercado mi concepto. Creo que es mucho más inteligente esto que empeñarse para el resto de nuestras vidas sin saber si se va a vender la cerveza.

De hecho él mismo me decía que el problema era vender la cerveza. Pues fíjate como son las cosas, que yo sin tener ni idea de producción de cerveza, voy camino de tener la cerveza con la que había fantaseado. Ya me dieron fecha aproximada, el 20 de junio de 2022. Ya os contaré esa experiencia.